sábado, 7 de junio de 2014

The Sacrament (2013) de Ti West


Una de las cosas mas interesantes que nos pudo dejar la pasada edición del Festival de Cine Fantástico Nocturna, fue sin duda la ultima película de Ti West, The Sacrament.

La expectación (la propia al menos) como aficionado no podía ser mayor, pues oculta entre el secretismo que puede envolver una película como esta (de manera no deliberada incluso), había ido logrando cierta "prominencia" por los demás festivales donde había pasado. Siguiendo con una política que muchos denominan como "recuperación de Sitges", Nocturna nos ofrecía la película como uno de los "platos fuertes" de su selección. Y como un servidor no tiene ninguna recriminación que hacer al festival y su falta de búsqueda de "personalidad propia" por el momento (que se ve que también hay exquisitos entre este mundillo), enseguida la señalé como una de las "imperdibles" del certamen.

La película resultó una adaptación no confesa de la Masacre de Jonestown. Recién pasado el 35 aniversario de unos de los sucesos mas oscuros y perturbadores del fanatismo religioso, el film reinterpreta a la actualidad las fatídicas jornadas que envolvieron uno de los suicidios en masa mas numerosos que se recuerdan. Moviéndose entre los márgenes propios de un relato de terror, West construye un film agobiante y angustioso, alejado del sensacionalismo en que tan fácil habría sido caer.


Si bien desconozco sus anteriores trabajos en el mundo del largometraje, La Casa del Diablo y Los Huéspedes, se aprecia de todas maneras, ciento rupturismo con su obra precedente (sobre todo si se hace caso a lo dicho sobre sus anteriores películas). Aunque sigue adscrita a su género predilecto, la violencia de las imágenes de West, es poderosísima (por terribles), sin necesidad de gore o efectismo alguno. No me malinterpreten, nada en contra del gore o del efectismo a priori. Pero West, elabora una forma que no necesitan de esos recursos, que habrían sido entendibles, por cómodos y universales, en un director tan joven. Pero no, se arriesga por rendirse lo menos posible a los modos mas al uso. Y se agradece.

También hay que decir, que la película están enmarcada en ese subgénero tan definido a día de hoy que es el "Found Footage" o "Metraje Encontrado". Como parte de esa relectura en clave actual, la cinta se presenta como un documental del sitio web VICE, magazine de noticias, actualidad, música, cine, etc. Famosos por lo orgullosamente no profesionales y poco ortodoxos de sus "aportaciones periodísticas", VICE servirán de excusa para que un reducido equipo de dos personas (cámara y presentador), acompañen a un joven (y reputado) fotógrafo al encuentro de su hermana, una bala perdida vocacional que le escribe desde un poblado religiosos ubicado en medio de una indeterminada selva para que vaya a visitarla. Tras unos animados e inocentes créditos iniciales (que no obstante, juegan ya con el titulo a introducir elementos malsanos), la comitiva llega a la remota comuna, llamado eufemísticamente con respecto al original; Eden Parish.


La película, siempre enmarcada en su premisa de falso documental (sin cometer ningún error de ejecución al respecto), continuará con el desarrollo habitual de subgénero; una presentación anodina (casi aburrida), que va introduciendo poco a poco elementos de tensión (primero que la cámara capta casi sin querer. Luego que no puede evitar captarlos), que desembocan en un desenlace adrenalínico, una suerte de orgía de muerte y horror en este caso (cinematográficamente montada ¡Menudos documentalistas estos de VICE!).

Con todo, la película si se resiente de ciertas cosas. Como suele pasar, las mas evidentes, son las que pasan en primera instancia ante la cámara, es decir, los actores. Amy Seimetz esta mas que convincente en su papel de la fanática hermana que detona la trama, con el personaje mas complicado de entre los de la película, por su múltiples fases y estadios, perfectamente entendidos y acometidos por la interprete. ¡Cuanto ha crecido esta actriz en tan poco tiempo! Este mismo año también estrenaba la decepcionante Upstream Color, donde era de lo mejor de la película.


No se puede hablar así de sus compañeros de reparto masculinos. Habituales del circulo generacional de amigos del director, tanto AJ Bowen como Joe Swanberg o Kentucker Audley, se muestran mas esforzados que capaces. O las lineas suenan falsas, o no han sabido hacerlas suyas, pero la espontaneidad es indispensable en el formato en con el que se esta abordando la historia, y según la escena, se manifiestan eficaces a medias.

Nada de esto vale, por supuesto, para Gene Jones, el encargado de dar vida a ese trasunto del líder religioso Jim Jones, sobre el que bascula realmente la película. Sobreactuado como poco, es del todo justificable, debido a lo excesivo del personaje que interpreta, el cual, no tarda en hacer suyo y convertir en un ser patético y terrible. Carismático y asqueroso.


Producida por Eli Roth, llamado a convertirse sino en un maestro, en toda una figura de los tabúes mas cinematográficos, como ya dije en su momento, la película salva en todo momento lo "modesto" de su presupuesto. Bastante para un producción de su tipo, insuficiente para un reconstrucción exacta de la tragedia original (por cuestión de las espeluznantes cifras), esto es poco mas que un detalle a pie de pagina.

Así que nos queda una modesta por presupuesto, pero grandiosa por contenido, muestra de cine de terror, enfermo y opresivo. Mas que hábilmente rodado, su director se descubre digno de ser apuntado y tomado en consideración para futuros estrenos ¡Y para los pasados!


Tristemente emparentada con la algo reciente Red State de Kevin Smith, otro producto "rupturista" para su autor (mayor y mas notorio a simple vista en el caso de Smith), que ejercen como punto de aviso sobre el fanatismo mas ignorante y extremista, tan propio (que no exclusivo), de la América actual. Solo hay que pensar en el evangelista George W. Bush (decíase poseedor de una "misión divina"), o en la llamada "Obra de la Virgen de El Escorial". Mientras en el caso de Smith, este apostaba por un estilo mas panfletario en su aproximación a la Matanza de Waco (otro triste hecho real), y West uno cercano al terror, ambas componen una escalofriante ficción sobre esa afirmación de que "cualquier religión es política". Pero ese tema se nos queda largo. Otro día tal vez.

¿Lo mas aterrador de todo? Que ambas se quedan cortas con respecto las tragedias en que se basan.

Como ya dije antes, una de las "imperdibles" del Festival. El instinto no falla.

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