jueves, 26 de junio de 2014

Black Sails (2014) de Jonathan E. Steinberg & Robert Levine


Hace ya un par de semanas que acabe la primera temporada de esta serie y todavía estoy por acostumbrarme a no contar con esa disfrutable rutina en que se había convertido ver por las noches un capitulo de Black Sails. Porque ha resultado así de buena.

Poco de lo que llegaba durante su proceso de desarrollo era halagüeño. Ni sus responsables; Starz y Platinum Dunes, ni su premisa (una precuela de... ¡¿La Isla del Tesoro?!), dejaban mucho que esperar.

Starz ya había conseguido su "tino" con productos del tipo, como con la infumable reinterpretación/remake Spartacus, y Black Sails podría acabar siendo otra muestra de ridiculez y medios chuscos, intentando colar su mensaje como adulto a base de sangre por ordenador y pechos operados.


Michael Bay, por otra parte, a partir de su productora, Platinum Dunes, nunca había probado suerte con la televisión, pero si con los productos de éxito, así que no es de extrañar que intentase subirse al carro tal y como esta el sector, viviendo una especie de 2ª edad de oro.

Y los piratas todavía no han pasado de moda. Piratas del Caribe 4 a parte (en estos momentos preparan la 5), NBC anuncia Crossbones, la nueva serie de la ultima niña de los ojos de Guillermo del Toro, Neil Cross, que cruza el atlántico para contarnos los últimos días de Barbanegra, al que interpretará John Malkovich (¿?). Así que recurrir a la novela de piratas por excelencia, como es La Isla del Tesoro, parecería lógico. Aunque era sensible a sufrir un completo destrozo, pues ¿Que se podía esperar que se respetase de una novela de aventuras juvenil, llena de "sed de rebeldía y amistad"?


¿Y como ha salido esto finalmente? Pues sorprendente bien. De igual manera que es fácil de reconocer la "linea editorial" con la que Michael Bay a escogido los diversos proyectos de Platinum Dunes, aquí también ha optado recurrir a una formula. Pero, en vez de adherirse a géneros mas populares y accesibles como podían ser... la sitcom (por ejemplo) o las aventuras de ciencia ficción, ha optado por el también exitoso, pero también mas costoso (tanto por la necesidad económica, como de talento), estilo de shows tipo Roma, Los Tudor, Los Borgia, Vikingos, a cuya cabeza se situaría a día de hoy Juego de Tronos.

Por supuesto que los referentes vuelan muy alto y las comparaciones son odiosas, pero Black Sails es un producto perfectamente manufacturado y seguro de si mismo.


Contando con unos respetables "veteranos" como creadores y guionistas como son Jon Steinberg & Robert Levine (suyas son Jericó y Escudo Humano), y presentado la serie con un brutal abordaje naval rodado por Neil Marshall (que sigue con su gozoso escarceo con la televisión tras Blackwater y que recientemente ha repetido con The Watchers on the Wall ¡Que no acabe nunca!), Black Sails se posiciona junto a Vikingos, como la alternativa salvaje y herética a la HBO. Cubriendo la marcha del visitante ocasional Neil Marshall, con directores como Sam Miller (que dirigió algunos episodios de la infravaloradísima Good Cop. Lastima de serie), y exhibiendo un desarrollo que equilibra muy bien por capitulo entre lo continuista y episódico, emparentándose con los mejores momentos de Vikingos.

Adscrita como digo a ese genero tan popularizado a día de hoy por Juego de Tronos (aunque con las limitaciones de ser programada por una cadena "menor"), a través de 8 episodios llenos de traiciones, sangre, "planes dentro de planes", triángulos amorosos (no todos de carácter heterosexual), Black Sails construye una serie atrevida, bella y brutal, con grandes personajes y momentos y, sobre todo, grandes posibilidades.


A pesar de los fallos que se pueden encontrar en este tipo de producciones (su abuso por sustituir la épica por la escaramuza, el "maquiaveliquismo" al que acaban tendiendo todos los personajes, etc), sus virtudes crecen por encima de ellos, sabe (al igual que anteriormente Roma o Vikingos) crear su propio entorno y moral, a lo que sus personajes están "atados", y esta bien interpretada y rodada. Cierto que el desligue de cuerpos modélicos es mas evidente que en otras producciones de su tipo, pero lo perdonaremos si es la única cesión que habrá que hacer en pos de esa Espada de Damocles que es la audiencia.

Playas de arena blanca, mujeres de piel bronceada, sangre roja, banderas negras y John Long Silver. Ya hecho de menos el "Opening".

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