lunes, 16 de junio de 2014

Redescubriendo la X Force

Aprovechando que el recuerdo de X Men Días del Futuro Pasado todavía persiste en nuestro consciente, reivindico aquí la etapa del supergrupo mutante a cargo de Christopher Yost y Craig Kyle, que desde 2008 hasta su conclusión como parte de los sucesos acaecidos en el evento Advenimiento, nos ofreció, más allá de una de las mejores versiones del título, a mi parecer también uno de los mejores comics de superhéroes en muchísimo tiempo, que redefinió a la colección, la actualizó y encrudeció.

Yost y Kyle exploraron todo lo que pudieron permitirse (dentro de los cánones comerciales) con esta serie; el lado más descarnado del héroe, lo peligroso y lo que se arriesga a perder, y en lo que se arriesga a convertirse. Lo difícil de los dilemas, las certezas, los sacrificios y las perdidas a las debe enfrentarse, reflejado todo ello de una manera brutal y alejada de artificios. Y encontrarse con esto de vez en cuando mis queridos drugos, es una delicia.

Los autores se las tuvieron que ver con cierto nivel de "censura". Los tacos eran sustituidos por "@#$%" y cosas del estilo, y los dibujantes debían "esconder" las portadas como alternativas, tras unas mas "limpias" y "aceptables". No se como de a disgusto trabajaron las distintas partes, pero Crain les dedicó una pequeña pullita

Al estar relacionada con las distintas sagas que siguieron la premisa marcada por Dinastía de M; Complejo de Mesías, La Guerra del Mesías y Advenimiento (crossover directo con las dos últimas), y los diversos entramados que siguieron los entonces "arquitectos" de la franquicia mutante, Ed Brubaker y Matt Fraction, puede ser aquí donde pierda a los más puritanos. Si bien esta etapa nunca parece contar entre las más reconocidas de sus autores (admito que tanto uno como otro, se veían mucho más a gusto en Capitán América y El Invencible Iron Man, respectivamente), llevaron a cabo ciertos cambios, aprovechando el desenlace de Dinastía de M. Rebajaron la concentración de aventuras espaciales (que mi lo de los Shi'Ar me calienta la cabeza. Esos tíos le echan mas tiempos a su peinado que a la fuerza fénix) "desenculebrizaron" en la medida de los posible las relaciones entre personajes, y desennoblecieron un panteón y unas actitudes amuermadas y acartonadas, que como diría Mozart, parecía que cagaban mármol.

Por supuesto, no todo lo que se hacía en los X Men era basura. No era la peor colección que te podías encontrar ni pasaba por su peor momento. Al contrario, venia de una etapa bastante celebrada, la de Grant Morrison, y el Astonishing X Men de Joss Whedon estaba gustando bastante. No estaban necesitados de un "rescate" ni nada parecido. Pero lo que vino, les sentó muy bien, al menos, como cambio de rumbo.

Vale, puede que no sean tan buenos, pero es que lo que había antes... porque lo de Rob Liefeld no tiene nombre ¿Alguien puede explicarme que cojones es esto?

Claro, puede que ni Brubaker y Fraction (ni yo) entiendan a los X Men, al menos "tal y como deben ser". Pero si no eres capaz crear "nuevas" historias para una serie endogámica e inaccesible, puede que el problema sea de raíz, y necesite de un nuevo enfoque, de un nuevo estadio donde tus personajes no se han visto hasta ahora.

Para los ajenos a este mundillo, y que hayan llegado hasta aquí, me explico.

La marcha después de 3 años de Grant Morrison de la colección dejó varios problemas. Morrison había sido el único capaz de insuflarle aire fresco a una unos personajes, que venían viviendo de rentas prácticamente desde que Claremont dejó el título, aunque lograban capear el temporal a base de megaeventos como Era de Apocalipsis, que aun así, por su propia complejidad, no podían sobreexpotar. El retorno de Claremont a la serie no fue como debió de haber sido (¿"Los Neo"? ¿Qué coño era eso?), y las películas tenían mejores ideas que los comics de las que partían. Aunque el tiempo y una relectura la descubren como una etapa menos radical de lo que parecía en un principio, Morrison llevó de nuevo a los mutantes a las posiciones de cabeza, reciclando planteamientos ya viejos, pero con bastante buen resultado. El problema fue que a su marcha a DC (en exclusividad ni más ni menos), no solo dejó un final (que ya lo han hecho otros), sino que dejó un tinglado para el que le sustituyese de flipar; con 1 de cada 3 habitantes de la tierra convertidos en mutantes, Magneto toxicómano y pollos antropomórficos.

Ni "Vengadores ¡Reuníos!", ni pijamas. Aquí solo hay mala leche y pinturas de guerra

Fue Brian Michael Bendis el que "dio la vuelta a la tortilla" en su evento Dinastía de M. Tras pronunciarse en él las fatídicas "No más mutantes", nos encontramos con una raza mutante abocada a la extinción, presenciando su penoso final, languideciendo y desgastándose poco a poco. Ahora en las luchas mutante vs mutante, todos pierden y quien ayer era enemigo hoy es amigo. "Todo ha cambiado" (por primera vez es verdad en muchísimo tiempo en Marvel). Los personajes se tienen que descubrir de nuevo a si mismos ante estas circunstancias y actuar como nunca creían que iban a actuar, o a tener que actuar.

En medio de este maremágnum, y a raíz de los sucedido en Complejo de Mesías, Cíclope (un nuevo paso cada vez más cerca del irreconocible Cíclope que podemos encontrarnos hoy en día), líder de los X Men, crea (de nuevo) la X Force, una suerte de equipo de “Black Ops” destinado a hacer las misiones que los X Men "no pueden" hacer ¿se entiende el "no pueden", no? Porque hay ciertas cosas, que si las harían dejarían de ser la "Patrulla X". Aunque estas sean de las que "deben hacerse". Porque hasta cuando estas con la certeza de que "deben de hacerse", no existe la seguridad y tranquilidad absoluta.

¿Warpath escuchando Johnny Cash? Si señor, eso es un puntazo

La cuestión es que para este equipo secreto de respuesta rápida que saca de debajo de la manga, no escoge precisamente a los mas "equilibrados" de la baraja. Sí que es verdad que tampoco eran los menos ajenos a la táctica o al sigilo, pero tanto Wolfsbane como Warpath, tenían ciertos "pleitos" personales que solucionar con los primeros enemigos con los que se las verán, los Purifiers, por aquel entonces al mando de Matthew Risman. Para los novatos que todavía me sigan, una secta cristiana de carácter antimutante (porque como ya sabemos, en la biblia, como en todo libro religioso, se pueden encontrar las ambigüedades que uno quiera para justificar lo que haga falta) fundada por William Stryker (el villano que aparece como un militar en la saga de películas). Estos, no se habían dedicado a mejor cosa, que ha recuperar de unas instalaciones de SHIELD lo necesario para reconstruir a Bastión, para después ponerse a sus órdenes.

Así que en estas Warpath, que acababa de enterrar a su amigo Caliban junto a su hermano y jurar sobre su tumba vengar su muerte, se une a Lobezno y a X 23 (clon femenino de Lobezno) para empezar a dar caza a Bastión y a sus colaboradores, y evitar que el futuro del que el androide procede (uno sin mutantes) se haga realidad.


La premisa, que puede que a más de uno no le acabe de convencer, y a quien le convenza, que no crea que Marvel sea capaz de permitir llevarla adelante, no deja de expandirse, y en el mejor de los sentidos.

Lo que empieza como una misión concreta y habitual para los X Men (mas allá de la gravedad de la situación por la que pasan ahora) se convierte en una masacre, una sangrienta escaramuza que cada vez se irá complicando mas e involucrará a cada vez más gente; Ángel se verá arrastrado a participar en el grupo, mostrando la peor de sus facetas y se rescataran a personajes del olvido como la genial Domino, la asesina a sueldo que altera la fortuna a su favor. Los villanos cada vez recurrirán a medios más expeditivos y magnicidas, desde ejecuciones a atentados suicidas.

Por el camino la serie va construyendo su propias características narrativas, tanto es así, que si bien formará parte activa como he dicho en eventos como La Guerra del Mesías y Advenimiento, será en Necrosha donde ocurra el autentico clímax de la colección.

Las portadas alternativas de Crain para el vampírico evento de Necrosha. Los referentes son de calidad... variable ¿La mejor para mi? El sencillamente elocuente "All Will Die" de Drácula. Click sobre la imagen para agrandar

Desarrollando tramas paralelas (de forma justificada, no es relleno) estas devendrán en un cruce que acabó afectando a 3 colecciones (X Force, Nuevos Mutantes y X Men Legado) ambientado en la derruida Genosha postetapa Grant Morrison, una ciudad fantasma, en la que Yost, Kyle y Crain darán rienda suelta a su imaginación, donde toda la violencia y oscurantismo vistos hasta entonces, se dan de la mano en un frenético y agobiante final.

Y he dicho Crain junto con los autores, porque el dibujante Clayton Crain es en gran medida tan autor como los otros de esta X Force. Tan acreditado como cualquier otro en la creación de personajes (como es habitual), el arte de Crain es esencial para dotar a la serie de esa identidad propia de la que hablo. Complementa en imágenes perfectamente lo que se dice en palabras, a través de una atmósfera violenta y tenebrosa. Una pena los arcos argumentales que corren a cargo de Mike Choi, probablemente debido mas a un cambio por problemas con la periodicidad de la colección, que a una decisión estilística. Con todo, Choi es otro gran dibujante, no tan oscuro, pero si lo bastante pictórico como para encajar mejor que otros en la alternancia con Crain, tanto es así, que el comic acaba resultando tan suyo como de cualquier otro, sobre todo durante el arco en que La Fundación tiene a bien reaparecer en la vida de X 23 (no en vano, Yost y Kyle crearon al personaje y Choi fue el que la dibujó durante la miniserie Blanco X).


Es decir, un comic brillantemente contado (ni voy a entrar en el dominio de la composición de Crain y Choi, se da por sentado. Y Yost ya fue guionista de la digna Los Vengadores Los Héroes más Poderosos de la Tierra y ahora ha sido llamado para dotar de coherencia al Thor cinematográfico en Thor El Mundo Oscuro), que sería más tarde rematado en la cachonda miniserie de tres números, X Force Sexo + Violencia (con más violencia que sexo claro, las prioridades de estos estos yankis), con los mismos guionistas, pero esta vez contando con los lapices de Gabriele Dell'Otto (eso si que no lo supera ni Crain ni nadie).

Para los que siguen recelosos, puede probar suerte con el primer arco argumental de la serie; Ángeles y Demonios, un buen exponente de lo que será la colección y que tiene alguno de los mejores momentos de la misma. Lo siento por los que puede que no les acabe gustando. Pero puede que haya gente que no se arrepienta de haberlos empezado.

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