viernes, 3 de octubre de 2014

lunes, 8 de septiembre de 2014

X Men - No Más Humanos


Inaugurando para Marty McFly no era un gallina una nueva sección. Si bien ya tenemos más de una entrada dedicada al mundo del comic, pero se trata en su mayoría de "Noticias" y posts de actualidad.

Pero como no dejamos de "expandirnos", parecía lógico que acabásemos escribiendo más profundamente y concretamente sobre comics, y como ya había escrito algo sobre el tema para la web, pues en mí recayó dicha responsabilidad.

La obra elegida fue X Men - No Más Humanos, la novedad de mayo, y última hasta la fecha, de la colección de Marvel, OGN, que con la ayuda de los mejores autores de La Casa de las Ideas, intenta desarrollar historias de calidad, autoconclusivas y recopiladas en un solo tomo, como ya hiciese en su día la prestigiosa X Men - Dios ama, el hombre mata.

Sin llegar a su altura todavía, los autores componen una historia cuidada y fácil de leer, con grandes momentos (como el "escape" del espacio profundo), pero con un final cómodo e intrascendente.

Ha quedado más largo de lo que quería, emparentándolo mas con este, que con el "estilo" habitual, o que quiero hacer habitual en la página. Será de tanto leer Zona Negativa. Veremos a ver si no perfeccionándolo, al menos voy perfilándolo.

sábado, 30 de agosto de 2014

Sinners & Citizens


El pretexto para compartir la imagen, es el próximo estreno de Sin City - Una Dama por la que Matar, que ni bien ha comenzado el pasado fin de semana un modesto periplo por taquilla en USA, ya están hablando de uno de los fracasos del año, descalabro brutal, perdidas de dineros astronómicas y demás. Se ve que hay gente que todavía no piensa perdonar lo de The Spirit.

Pero la razón por la que la pongo, es porque la imagen ya tiene 10 años. Eso es tomarse tiempo para una "secuela", pero no voy por ahí.

Hay algo en esa imagen (o en esa cifra), que... bueno, me ha hecho querer subirla. No se si sera esa chulería, arrogancia, inocencia o sexualidad que desprende. Ese conglomerado de lo "cool", que también esta en la película. Por supuesto que todo es pose, pero en toda pose puede haber algo de "real" (el que o en que medida, lo dejaremos para mas adelante). Y supongo que será algo de eso lo que me llama. No en vano, los que posan son actores, profesionalmente, se dedican a hacer para el espectador real, lo que para ellos es impostado.

Es posible que la reflexión hubiese quedado mas lucida con una foto de Cartier-Bresson. Que también me encanta.

domingo, 17 de agosto de 2014

El Doble del Diablo (2011) de Lee Tamahori


No consigo recordar a que festival respondía la crónica que rememoraba como, entre las banalidades y pedanterías del día, la velada había sido salvada por la excelencia de El Doble del Diablo, un relato en la clave de El Precio del Poder, sobre las peripecias de Latif Yahia, doble durante muchos años de Uday Hussein, hijo mayor de Saddam Hussein, cuyo carácter déspota y sádico (se entiende que por encima incluso de lo soportable en un "tirano") parecía que iba a costarle la sucesión, que como sabemos, nunca llegó a producirse. La crítica, era la habitual que dedican los enviados por los medios profesionales a los festivales, corta y perezosa. Apenas dos o tres tajantes líneas que la describían como de lo mejor del festival. Como es de esperar (y hasta lógico, debido a lo extenuante de las agendas de tales eventos), suelen ser "descubrimientos" de pobre calado, que tienen su mayor logro en una ligereza de agradecer ante tanta película que requiere de un "esfuerzo mental" por parte del espectador. Y como suele ocurrir en este gremio (y en otros tantos), una vez que el tiempo las pone en sus sitio, vemos que tras la "exhibicionista" y pretenciosa Mátalos Suavemente, se esconde una gran película, mientras que tras la "interesante" y original La Parte de los Ángeles, no hay nada más que una divertida comedia (bastante graciosa, nadie lo niega).

Por supuesto que no estoy pidiendo la desaparición de la prensa escrita, ni proclamando las necesidades de la crítica "amateur", nada más lejos de mis intenciones, solo señalo, que aun con estos reparos o antecedentes, la "recomendación" por alguna razón, se resistió en mi memoria y se reactivó viendo de pasada sugerido el trailer en YouTube.


Adaptando las biografías del propio Latif Yahia, I Was Saddam's Son y la que da nombre a la película; The Devil's Double, tras las cámaras se sitúa sorprendentemente (y hasta esto señalaba le deficiente crónica) Lee Tamahori. Y digo sorprendentemente porque Lee Tamahori es un viejo conocido, o un nuevo conocido, según el tipo de cine que se está acostumbrado a ver.

Director de las olvidables xXx 2 - Estado de Emergencia o Muere Otro Día, la olvidada La Hora de la Araña y las sobrevaloradas El Desafío y Mulholland Falls, con todo, Tamahori empezó su carrera con un respetable debut en su cinematografía natal, Guerreros de Antaño, lo que como es frecuente, le valió el salto a Hollywood, para transitar el sendero mas "comercial". Jugando en la liga de la acción más trepidante y aparatosa, de esa que tanto gusta en los grandes estudios, junto con "autores" como Rob Cohen, Jan de Bont, Roland Emmerich, Renny Harlin o Martin Campbell, por citar los primeros que me han venido a la cabeza.


¿Así que como es posible, que alguien con una "mirada" tan aséptica y anodina, caiga en (o recaiga en el) un proyecto tan escabroso, político y esquizoide? Sin necesidad de tratar el proceso de selección y contratación que se llevó a cabo por los responsables del film (que no nos importa), recordemos, que, más que pese (a alguno más que otro), el oficio que otorga la mera experiencia, no es poco, y ahí están "sorpresas" (otra vez) tardías llenas de eficiencia y saber hacer como AnonymousCleaner o Casino Royale, de los anteriormente citados. Respetables y capaces, productos (eso sí), pero hechas con conocimiento del género, buenas actuaciones, pulso narrativo, dominio de la puesta en escena y demás virtudes, que se pueden esperar de la obra, si no de un autor, al menos de un artesano.

Porque es esa faceta a la que Tamahori recurre, consiguiendo muchos de los resultados enumerados; actores bien escogidos y dirigidos, una fotografía que logra desarrollar sus texturas, un equipo artístico que recrea verazmente en Jordania y Malta el Irak de finales de los 80 y principios de los 90 (que estaba como para visitarla cuando se rodaba la película. Aunque no creo que haya mejorado mucho últimamente) y una pequeña selección musical de los temas ochenteros mas horteras y exitosos, como hilo conductor y "contextualizador", como es habitual en este tipo de producciones.


La historia, va desde la "abducción" de Latif por el séquito privado de Uday, los cambios y entrenamientos a los que tuvo que someterse para su papel como doble, pasando por esa bajada a los infiernos llena de torturas, asesinatos, violaciones, atentados, todo ello en un "crescendo" excesivo y surrealista (emparentándola en cierto modo con esa otra película basada en hechos reales que era La Sombra del Cazador, la cual advertía en sus rótulos iniciales de que "sólo las partes más ridículas de esta historia son verdad"), culminando con la fuga de Latif tras un confuso tiroteo (la anécdota tal y como la cuenta Yahia, es aun más increíble), la persecución que sufrió tras mucho después de abandonar el país (que será narrada en un nuevo libro, The Devil's Revenge), y uno de los atentados que casi cuesta la vida al bueno de Uday.

Pasada a guion por Michael Thomas, que curiosamente conoció una mejor suerte como guionista en los 80 (El Ansia, Lady Halcón), que en los 90 (B. Monkey), la estructura de la película es sencilla (lineal), focalizada desde el punto de vista de su protagonista (Latif), que basa (a nivel narrativo) todo sus logros en esa representación tan nefasta del poder en las manos equivocadas que es Uday Hussein. Señalado como un "psicópata" por sus coetáneos, Uday se ajusta al perfil de magnate que colecciona fieras y coches deportivos en su palacio dorado, en un país en vías de desarrollo. La peor versión de la ambición de un gobernante y de la indefensión de su pueblo. Pero no tan "lejana" e incompresible, pues lo que hace esto posible, como suele ser en estos casos, es ese pacto silencioso de la gran mayoría. Los crímenes de Latif, serian imposibles de no vivir en un régimen militar totalitario, no muy distinto del stalinista o del franquista, ya puestos. Como dice el personaje Munem (interpretado por un habitual en este tipo de papeles como es Raad Rawi), algo así como la representación de esa mayoría colaboradora, pero no exculpadora de sus crímenes; el dictador "... Construyó este país. Nunca lo olvides. Escuelas, carreteras, hospitales, (...), dio al pueblo (...), todo cuanto deseaba. Y solo exige una cosa a cambio". Y esta especie de "complicidad", de prevalecer del mal por la inacción de los hombres buenos, es una de las cosas que se ha de removerse para cambiar la situación, como la película también recoge.


Pero por supuesto, si bien Uday tiene su círculo interno de adeptos, el pueblo de Irak no es reflejado como un cómplice, sino como una víctima de sus famosas tropelías, que llegaron a ocupar portadas hasta en los medios deportivos, cuando se enteraron de que el Comité Olímpico Iraquí (del que era máximo responsable), era el primero en la historia en contar entre sus instalaciones con... celdas. Para los atletas. Para cuando perdían.

Centrando como digo, la mayoría de su metraje en la descripción de ese diablo que era Uday y de ese pacto mefistofélico que ataba a Latif, sin abandonar la reflexión política y el reflejo de una época, pero en menor medida, era vital para la película una decisión actoral perfecta. Y la encontró en ese infravalorado secundario que es Dominic Cooper, que da aquí una nueva muestra de talento inapelable. Llevando a cabo del doble papel de Latif/Uday, la interpretación de Cooper es mayúscula, soberbia, avasalladora. Excesiva, poco matizada para los críticos con ella, pero perfectamente acorde con film tan barroco.


Grabado correctísimamente por el director, valiéndose de trucos bien viejos, recurriendo siempre que puede al plano/contraplano, y minimizando el tiempo que ambos personajes comparten tiro de cámara, en ningún momento, tan burdo truco, llega a molestar en modo alguno.

Trabajo encomiable por partida doble para el director de fotografía Sam McCurdy, el habitual en esas funciones en las películas (y capítulos de Juego de Tronos) de Neil Marshall. No tan granulado y pictórico como nos tiene acostumbrados (y le permite probablemente la libertad de los pequeños presupuestos), pero lo bastante para dotar de personalidad a una película, que tiene pinta de que se ve obligada a lucir con más dinero, del que realmente tuvo.

Entretenida, penetrante, violenta, bien grabada y bien actuada (¡irreconocible Ludivine Sagnier!), que debido al desmadre de sus últimos 20 minutos, su abrupto final y, probablemente, lo explicito de sus imágenes, no conoció en España, el estreno que se merecía. Una pena.

martes, 12 de agosto de 2014

This Land Is Mine

Sangrienta "lección" de historia a cargo de la animadora independiente Nina Paley, que ella misma subió hace un año a la red y que fácilmente llegará a los 10 millones de visionados en total.

Selecciona muy apropiadamente el tema principal que sirve de banda sonora a la película Éxodo. Dirigida en 1960 por Otto Preminger, tal vez sea la menos memorable de la mejor etapa del director. Adaptación de la novela de Leon Uris, trata de los refugiados que a bordo del "Éxodo" (que así se llamaba el barco) llegan al "protectorado" británico de Palestina y que acabaran fundando el estado de Israel.

Aunque no soy especialmente fan del abuso del "cartoon", reconozco los tristes hechos a los que alude el vídeo, que bien podría extender su discurso al resto de la HISTORIA de la humanidad. This Land Is Mine es breve, curioso, satírico, veraz, y con un acertado "mensaje" final ¿Se puede pedir más? Puede que sí. Que fuese ficción.